sábado, 20 de diciembre de 2014

¿Decir que sí o que no?

Para mí, este es una de las preguntas más difíciles que existen y que nos planteamos demasiadas veces sin darnos cuenta.
Durante el día, decimos que sí y que no a diferentes personas, incluso a nosotros mismos, pero en algunas situaciones es difícil obtener la respuesta correcta...
Un "sí" trae una aventura, una anécdota, un cambio, un desafío, y, muchas veces, magia. La magia es la mejor parte de los síes para mí. La magia no tiene por qué estar en un truco, muchas situaciones tienen magia, pero hay que saber disfrutarla para entender esto. Al decir sí, algo ocurre, y a veces es algo que, inexplicablemente, te parece precioso, algo que parece insignificante pero te deja con una sonrisa en la cara durante todo el día, o algún detalle de alguien que no te esperas y te parece increíble. Créeme que si sabes apreciar la magia en la vida cotidiana, todos los síes te parecerán más divertidos. (Ya hablaré más de la "magia" en otra ocasión)
Sin embargo, un "no" es necesario en múltiples ocasiones. A veces se está demasiado cansado, otras no apetece y en otras, se es inteligente. En esta última ocasión, el decir "no", sienta muy bien. Pero no te dejes llevar por la pereza, la magia únicamente ocurre en los síes y merece la pena vivirla, porque, sin ella, la vida sería demasiado aburrida para ser vivida.
¡Cuida los momentos mágicos y no te olvides de decir sí siempre que puedas!

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